
Se almacenaría atrás, en el depósito de gasolina, y la pila en la parte delantera tal y como conocemos hoy los coches. Una pila de combustible produce electricidad mientras cuente con hidrógeno y oxígeno. La Nasa ya utilizó en 1960 esta tecnología para sustituir a las pesadas baterías de las naves espaciales. Además, el vapor de agua que es expulsado por el tupo de escape, es agua potable. Desgraciadamente, la producción de Hidrógeno en la actualidad no es tan verde como se quisiera, ya que su gran mayoría procede de la extracción del gas natural, otro recurso agotable.
Por tanto, si tenemos fe en la pila de hidrógeno y en los avances tecnológicos, en apenas una décadas podremos disfrutar de la independencia del petróleo.