
Pero esta niña aún así ha decidido arruinar la boda, y tiene un plan muy sencillo para hacerlo. Es efectivo, es simple y probablemente en esta simplicidad es donde se encuentra la astucia de su movimiento. Porque a fin de cuentas, ¿quién podría sospechar de una dulce niñita que se encuentra jugando en el parque tranquilamente? Absolutamente nadie, y es que además la cría tiene cara de ángel, de esas niñas que te caen bien sí o sí.
Dentro de ella desde luego hay un auténtico diablillo, porque lo que le hace al novio es para arruinar cualquier boda por muy enamrada que esté la pareja. Esperemos que sus padres al llegar a casa la castigaran, se ha portado realmente mal.